17 de enero de 2010

Less than angels, de Barbara Pym

En 1955, cuando Barbara Pym publica Less than angels, el panorama en la primera división de la liga de la literatura británica estaba más o menos de la siguiente manera:
Ivy Compton-Burnett
: en activo. Establecida como monumento, con la mayor parte de su obra ya escrita, recibe el James Tait Black Memorial.
Elizabeth Bowen: en activo. Casi contemporánea de la anterior, publica A World of Love. Le quedan por delante sus dos novelas más experimentales.
Henry Green
: vivo y admirado. Ha publicado ya toda su obra.
C.P. Snow
: vivo y en lo más alto.
Graham Greene
: en lo más alto.
Muriel Spark: Está pasando hambre, sufriendo alucinaciones y convirtiéndose al catolicismo en esas fechas. A punto de empezar a publicar.
Barbara Pym: disfruta de su momento más dulce. Ha publicado Jane and Prudence y tiene ante sí, además de ésta, dos novelas antes de caer en el agujero del olvido.

Si de esta lista puede sacarse alguna conclusión, tal vez sea que a mediados de siglo los escritores más experimentales (Compton-Burnett, Bowen, Green) habían definido el gusto del momento, favorable a las formas artísticas que inconfundiblemente hubieran roto con el pasado. Visto con perspectiva, lo extraño no es que Barbara Pym se quedase sin editores sino que llegase a tenerlos.

Empiezo así, con el contexto, porque no tengo ninguna idea concreta sobre este libro. Llevo varios días disfrutando del recuerdo que ha dejado sin hacer más que reproducir mentalmente los momentos memorables, que son muchos.

Podría hacer una lista de los tesoros que contiene, y sería como sigue:

1- Catherine Oliphant. Uno de los personajes inolvidables de Barbara Pym. Se lleva la mejor parte en la novela, y su dibujo es el más matizado: medio ida, medio descolocada, lista, práctica, sensible y centrada. Entre los capítulos nueve y once completa muestra toda su gama de contradicciones, mostrándose ya no como un personaje redondo sino como un personaje vivo.

2- El narrador. Aquí Barbara Pym se luce. Un narrador paródico, una imitación muy sutil del narrador omnisciente del siglo XIX, que se reserva dos o tres acotaciones (Behind him came others, too numerous to describe separately, men, and women too, who had all achieved some kind of eminence in their particular sphere...Catherine did not know, indeed how could she...) y maneja la disposición de los personajes con mano maestra.

3- Los cambios de escena y el dibujo del espacio. Yo no he leído ningún autor que cambie el foco de la narración con tanto estilo, artificio y gracia como Barbara Pym. Ejemplo: Catherine mira por la ventana de una cafetería y ve, casi sin reconocerlos, al Dr. Vere y al Profesor Fairfax, que caminan en dirección contraria al gentío. Preguntándose dónde irán, Catherine sale de la cafetería. En ese momento, por la calle pasa un taxi, en cuyo interior viaja Mainwaring. Dejamos a Catherine camino de su casa y seguimos al taxi hasta el final de la carrera. En el momento en el que Mainwaring se baja del taxi, Vere y Fairfax, a pie, aparecen en la acera de enfrente. Entramos con ellos a una fiesta de antropólogos, donde conocemos a Miss Clovis, a quien seguimos a la biblioteca. Allí están Mark, Digby y Deirdre, con quien nos quedamos hasta el final de la fiesta. Tras acompañar a Deirdre a la parada del autobús, Mark y Digby tienen una idea: ir a casa de Catherine. Y esto es el primer capítulo. Atención, más adelante, a los travelling entre la casa de Deirdre y las de sus vecinos, a derecha e izquierda. Genial.


4- La historia de amor Catherine-Tom-Deirdre, en sus varias fases. Con su giro, su sorpresa y su huella en los personajes, la historia de ¿amor? de esta novela se desarrolla según un patrón en apariencia caprichoso y provisional...como la vida misma, donde una relación como la que Deirdre espera no tiene cabida. Las escenas entre Tom y Catherine, adultos y desarmados ante el presente, en los capítulos centrales del libro, son magníficas. Y el regreso de Tom a Shropshire y la aparición de Elaine en el capítulo dieciséis son el do de pecho.

5- El ritmo. La historia se lía, se ralentiza, apunta a un clímax y entonces, a unas cien páginas del final (capítulo catorce) empiezan dos secuencias "campestres" que, poco a poco, cierran los conflictos de los secundarios. De ahí al final, la coda, con su sorpresa y su conmovedor aftermath.

6- El humor. A carcajadas.

7- El ingenio. "She left the bathroom as she would wish to find it, folding her own towels and everyone else's in a special way that pleased her"... "Surely, he thought, Elaine and her sister Felicity would stand out in some way among this crowd, or had we really reached the point where all women looked alike, regardless of where they bought their clothes?"..."Most of the furniture had been painted turquoise blue when she was sixteen and had wanted an unusual colour scheme, but the curtains and carpet had become so faded that they would have gone with anything"...y muchos, muchos más ejemplos.

8- La limusina de Mrs. Foresight. Atención al coche con tapicería gris perla y dos ocupantes en su interior que recorre la novela.

9- El cameo. En una separata que hojea Esther Clovis, una dedicatoria: "With all good wishes from Helena Napier and Everard Bone". Son personajes de Excellent Women.

10- El conjunto. Porque la suma de las partes da un resultado más pequeño que el total. Esta sería, para empezar, la lista.


Sobre Less than angels y el "detachment":

En el último capítulo de Less than angels, Catherine Oliphant claudica definitivamente ante el hecho de que la vida es rara. Ha vuelto a su apartamento tras la muerte de Tom, se ha preparado "an oily dish full of garlic", se ha bebido una botella de vino ("she noticed that her teeth were blackened by the wine, like Queen Elizabeth's were said to have been, she thought") y ha descubierto que puede seguir escribiendo como siempre.
Entonces recibe una llamada extraña: una tía de Tom propone que Catherine, Deirdre (por quien Tom dejó a Catherine), Elaine (el primer amor de Tom, a quien quiso volver cuando descubrió que Deirdre no le bastaba) y ella se reúnan para tomar el té y hablar de Tom.
"Oh, yes, that would be so -right, I think", said Catherine falteringly, for everything today seemed to defy description.
Por más que uno quiera, la vida es imprevisible.

Aunque el cliché sostenga que basta mirar cualquier cosa durante un rato para que se vuelva interesante, la experiencia dice que las cosas se vuelven, en realidad, rarísimas cuando las miramos más de un minuto. Los escritores lo saben tan bien como los antropólogos, con quienes comparten la necesidad de salir al campo de trabajo, observar e intervenir un poquito –sólo lo justo para lograr el dato revelador o el drama necesario. La vida real de los escritores y la vida ficticia de los antropólogos de Less than angels es el camino que va del mundo a su representación en forma de texto.

De todos los rasgos ridículos de los escritores, Barbara Pym elige los conmovedores para Catherine Oliphant, y reparte los cómicos entre los antropólogos. Catherine es curiosa y sensata, distante y generosa, y su asombro genuino ante la vida (which defies description) es propio de alguien que, a fuerza de observarla, termina por entenderla (y amarla) en toda su extrañeza.

-Pág. 110: Catherine pondered over the strangeness of this for a moment. So it wasn't even seven o'clock yet. What was she goin to do with the evening? Would Tom and Deirdre go to her flat? she wondered. It might seem to be the obvious place to go if they wanted to go on quietly holding hands. Men appeared to be so unsubtle, but perhaps it was only by contrast with the tortuous delicacy of women....

-Pág. 113:
"Unfortunately we can't cope with that very well", said Catherine. "Two wives or even two girlfriends need a good deal of time and skill and even money to manage successfully, and you've got your thesis to finish, don't forget".
"Oh, Catty, you're really too responsive -you understand things almost too well".
"There isn't all that much to understand, is there?"

-Pág. 130:
She read through to the end of the letter with critical detachment, as if she were considering it as a piece of literature, then stood with it in her hand, not liking to crumple it up and throw it away again...

-Pág. 186:
"How soothing it will be to get away from all this complexity of personal relationships to the simplicity of a primitive tribe....which you can observe with the anthropologist's calm detachment."

-Pág. 194:
Her thoughts seemed to be in three layers...

Hay muchos más ejemplos del distanciamiento y la sorpresa con los que Catherine observa la vida. Deirdre (que en el capítulo tres, gracias al alcohol, experimenta su propio detachment) lo observa con cierta preocupación en la última página de la novela, cuando asiste al asombro de Catherine ante unos perros pintados en la acera (...you can see it all, can't you, so solid and brown and faithful). Y Digby, como antropólogo, comprende a Catherine en el capítulo diecisiete: "Writers like to think that they can imagine everything", suggested Digby, "or do you think that Catherine has now reached the age when she has had so many partings and last evenings that she really does know all that can possibly happen?".

Experiencia, observación e imaginación. Catherine lo ve todo.

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Fotografías de Phyllis Galembo.

5 comentarios:

Cristina dijo...

Me ha gustado el contexto, porque la verdad en mi mente no estaba muy delineado. Ahora ya puedo leer a Barbara Pym con más conocimiento de causa.

Estoy deseando hincarle el diente a alguno de sus libros de nuevo. Ya conoces mi orden cronológico, etc., así que será Some Tame Gazelle, ¿lo has leído? Y hace unos días me hice con A Glass of Blessings. Ahora que Virago va reeditando algunos no dejo pasar la oportunidad.

Pablo Chul dijo...

Sí, he leído los dos y los dos me gustaron. En el recuerdo, A Glass of Blessings es de mis favoritos.
Seguro que los disfrutas.

Yo estoy a punto de ponerme con "Good evening, Mrs. Craven", una colección de relatos de Mollie Panter-Downes que tiene buenísima pinta. Ya te contaré.

saludos

Cristina dijo...

Sí, yo creo que si te gusta uno de Barbara Pym, con el resto sólo puede haber grados porque te gustarán todos. Pero con Some Tame Gazelle, con eso de ser el primero, me preguntaba si no sería un poco diferent. Ya veremos.

De Mollie P-D en general y de esa colección en particular he oído maravillas. Yo suyos tengo otros dos - aún por leer - pero precisamente ese, el más conocido, no. Los que tengo son Minnie's Room (Persephone) y One Fine Day (Virago). Ya contarás, sí.

salvador dijo...

Gracias, Pablo, por tu presentación de Less than Angels. Voy por mi segundo Pym. Mujeres excelentes em gustó mucho y Some Tame es como un Ozu con vajilla inglesa.

Oscar dijo...

Pues decidido, entre tu entrada y la de Cristina, el siguiente Barbara Pym que voy a leer de los varios que tengo es este, me atrae muchisimo. Acabo de acabar (como decia en el blog de Cristina) "A glass of blessings" y me ha fascinado. Voy a leer ahora tu entrada antes de poner algo sobre él en mi blog. Y que conste que para leer este voy a retrasaa "The sweet dove died", qu tambien le tengo ganas desde que lei tu crítica. Soy "algo" menos ordenado que Cristina en las lecturas.
Bueno, interesantisimo. Me pongo con el mañana mismo.

Un saludo