Bueno, no es para que se detenga el tráfico ante el anuncio, pero en casa ha sido una pequeña revolución descubrir que Mademoiselle de Saint Loup no es otra que la hija de Gilberte y que el "oscuro hombre de letras"... ¡es el narrador! ¡Nada menos!
A los freakies de Proust, que recitan de memoria el who is who de la Recherche, enhorabuena por haberlo sabido desde siempre. Pero yo, que me pierdo en los árboles genealógicos con más de cuatro miembros, lo descubrí por casualidad y hace muy poco.
Por cinco euros y en secreto, compré un libro que se llama "Proust enamorado". No hace falta decir más, pero lo digo para redondear la imagen: en la portada sale Proust con una rosa de color rosa añadida digitalmente. En fin, que el libro prometía carnaza de nivel desde el primer vistazo: Proust de cruising, los camareros del Ritz, Agostinelli, etc.
Un page-turner en toda regla, vamos.
Pero resulta que el libro, una especie de spin-off de la gran biografía que el autor, William C. Carter, escribió sobre Proust, ha resultado revelador de verdad.
Según Carter, la Recherche termina en boda, como las comedias clásicas. Ahí empecé a caerme del guindo. "¿Una boda?", pensé. "¿Qué boda? Siete tomos después, ¿no me he enterado de nada?. ¿Dónde me he perdido?"
Pero seguí leyendo, y estalló la bomba. Es una boda diferida, señores. El narrador ve un instante a Mademoiselle de Saint Loup (una única frase), que se aleja entre la gente, y menciona (otra frase suelta) que años después, contra los deseos de su madre, contraería matrimonio con el "oscuro hombre de letras".
Y aquí sí que, de verdad, la revelación del sentido de la Recherche tiene dimensiones monumentales. Aquí sí que se juntan los dos caminos de la novela, Swann y Guermantes.
Explico:
1) Odette (la de Swann), madre de Gilberte (Marquesa de Saint Loup tras su matrimonio con Robert), madre a su vez de esta Mademoiselle de Saint Loup.
2) Por la otra coté, Robert de Saint Loup (sobrino de Charlus y de la Duquesa de Guermantes), padre de esta Mademoiselle de Saint Loup.
La importancia de este detalle, que trenza una vez más los distintos temas de la Recherche (incluido la homosexualidad, pues -no olvidemos-, Gilberte cojea del lado de Gomorra y Saint Loup, como su tío, del de Sodoma) no queda suficientemente clara en esta exposición lineal, pero en casa ha sido un terremoto.
Sobre todo porque inmediatamente después me enteré de que Proust -según le dijo a su amigo Boulenger en una carta- tenía intención de hacer una secuela de la Recherche contando el matrimonio del narrador con Mademoiselle de Saint Loup y sus pasiones (las de él) por las mujeres.
Very mind-blowing, indeed.
Como dije, no es para que se detenga el tráfico ante la noticia.
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Fotografía de Man Ray
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