Esta vez es su primera novela, Watch and Ward (“Guarda y tutela”), de 1871, recién traducida al castellano. El Atlantic Monthly, cuyo director era entonces William Dean Howells, publicó la novela por entregas.
Hasta su punto álgido, a partir del cual no debemos revelar nada, la historia se trenza con los siguientes hilos:
-Roger Lawrence, rico, soltero y con el corazón endurecido por un desengaño amoroso, puede ayudar y no ayuda a un hombre desesperado, que se suicida pocas horas después. Deja tras de sí a la huérfana Nora, una niña de doce años que Lawrence adopta. El corazón de Lawrence se abre. Su objetivo a partir de entonces es educar a Nora y convertirla en la mujer perfecta. Por cierto, Lawrence se ha enamorado de la niña.
-Nora crece, el peligro acecha. Cuando cumple dieciséis años, un (¿supuesto?) pariente lejano, un listo de clase muy baja, aparece con un plan: seducir a la niña, cuya dote será un filón. Es la primera fractura entre Lawrence y su pupila, y afloran las preguntas de fondo de la novela: ¿es Nora demasiado incauta? ¿sabrá Lawrence educarla para que reconozca la duplicidad de intenciones en las personas sin matar su inocencia? ¿podrá exponerla al mundo sin perderla? ¿existe el riesgo de que, pese a los esfuerzos de Lawrence, la niña esté predestinada a tender siempre a un mundo más bajo, criminal? ¿será fuerte la llamada de la sangre?
-Siguiente amenaza: Hubert Lawrence, primo de Roger, aparece. Es párroco. Su moral podría ser más firme, pero es un joven encantador, y la niña cae fascinada. Juntos como amantes dentro de un coche de caballos comparten varias bandejas de pastitas mientras la lluvia golpea los cristales. Ella está a punto de marchar a Europa durante un año. Él se encarga de llenarle la cabeza de recuerdos románticos.
-La niña parte a Europa con Mrs. Keith. ¿Quién es Mrs. Keith? La mujer que en el pasado rechazó las atenciones amorosas de Roger Lawrence, con quien ahora está en buenos términos. Viuda y conversa católica, se presta a acompañar a la niña en su viaje iniciático a Roma por amistad hacia Roger.
Y aquí hay tres adultos (Roger, Hubert y Mrs. Keith) que empujan a una niña al abismo. Sabemos que Europa para Henry James significa aguas profundas y muy, muy turbias, tal como Hubert advierte a Nora: “Para una jovencita, no es precisamente beneficioso viajar a Europa...Aquí es como si tuvieras los ojos vendados”.
Pero la mandan a Roma, cada cual esperando su beneficio.
Y este es el punto a partir del cual no revelaremos más.
William Dean Howells, editor del Atlantic Monthly cuando James publica “Watch and Ward”, escribió una novela sobre el peaje moral que implica el éxito económico en
El texto completo está en:
http://www.gutenberg.org/dirs/etext94/silap10.txt
www.theatlantic.com
Reseñas de Dean Howells sobre algunas obras de Mark Twain, la primera crítica de “Las Bostonianas”, etc.
2 comentarios:
Qué delicia,que ganas me dan de no trabajar y sí leer. Oye, el principio me recuerda un poco al "señor de Lagardere"...no sé porqué pero tus lecturas evocan mis lecturas de adolescencia, Lewis Carol Oates, Little Women, etc.
Sr. Chul, gracias por su magnífica referencia sobre Mark Twain. Es fascinante, qué bonito. Me ha abierto un nuevo mundo de exploraciones blibliofilonéticas. Abro vínculo.
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